lunes, 16 de junio de 2014

ANSILS (ANCILES), Primera parte


Perteneciente al municipio de Benasque (como la cercana Eriste o Griest), y a unos dos kilómetros de esta localidad, Ansils (Anciles) es un pueblo realmente bonito donde podemos encontrar ejemplos muy bellos de arquitectura tradicional de la alta montaña del Pirineo Aragonés. A una altitud aproximada de 1110 metros sobre el nivel del mar, sus construcciones nos ofrecen la contundencia de las necesidades arquitectónicas propias de la alta montaña, como buenos ejemplos de belleza decorativa, así como claras muestras de Casas diseñadas en su día para la explotación ganadera y agrícola en el contexto de la institución de la Casa Aragonesa. Una localidad que merece la pena visitar por su propio conjunto arquitectónico

Son muchas las construcciones a destacar, sobre todo las Casas Solariegas, de las que hay muchos y muy buenos ejemplos. Comencemos por Casa Suprián, levantada en torno a un patio, con muros de mampostería, y con los hastiales creciendo para formar las dos aguas del tejado a través de escalones, y no rectos, que aquí se denominan "penals" (en otros lugares se les conoce también como penaus, penales o simplemente "escalones"). Los penals van ligados en su origen a los tejados a dos aguas con una buena inclinación. También, remotamente, parecen vinculados a los antiguos tejados de paja de las bordas. Tejados de pizarra. Impresionante su torre.



Igualmente bella es la Casa Sebastián, con características comunes a la Casa Suprián. Destaca su bella puerta de entrada, con trucador fálico, y remate en forma de frontón, incluyendo un escudo en su centro. También por aquí aparecen esos "penals" en la parte lateral en la que se levanta a dos plantas y que seguramente correspondería a los restos de la torre que haría de ésta una Casa fuerte. La fecha que aparece en la puerta es 1788. El escudo es cuartelado.






La Casa Mingot posee un patio interior, y cuenta con otro escudo datado en 1681. Sus características en muros, etc también siguen el estilo de las Casas anteriores. El trucador es igualmente bonito, recto, con algo de decoración geométrica grabada, y enlazada a un sol a la puerta.




Igualmente impresionante es la Casa Barrau, de grandes proporciones, cuya puerta da paso también a un patio interior. La entrada está presidida por un arco carpanel, que es rematado de nuevo por un frontón en el que asoman tres bolas en los vértices laterales y centro. Aparece otro escudo fechado en 1813. El trucador, también bellísimo como podemos apreciar en la imagen. y en el lateral más cercano de esta imagen, levanta lo que en tiempos sería la torre de la Casa.










Seguiré en el siguiente post con la iglesias de Ansils y otros aspectos de esta localidad tan bonita de alta montaña aragonesa.


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